La contaminación del aire se encuentra entre las 9 principales causas de muerte y enfermeda en todo el mundo, responsable de millones de fallecimientos por cáncer de pulmón, enfisema, enfermedades cardíacas, accidentes cerebrovasculares e infecciones reNuestra mayor exposición al medio ambiente no es a través de nuestra piel, sino a través del revestimiento de nuestro intestino, que cubre cientos de metros cuadrados. Parece imposible, pero así es.
Las células de la mucosa intestinal presentan en la parte de su membrana que da al interior del tubo digestivo, miles de diminutas microvellosidades, que hacen que el área de dicha membrana sea aproximada a 330 metros cuadrados, más extensa que la superficie una cancha de tenis!
La barrera intestinal que separa el mundo exterior de nuestra sangre está formada por una mucosa, nuestra microbiota y una sola capa de células, más delgada que una hoja de papel! Así debe ser para poder absorber nutrientes y líquidos correctamente.spiratorias.
Nuestro organismo viene preparado con enzimas que ayudan al proceso depurativo, eliminando los desechos que incorporamos en nuestra sangre, a través de los procesos digestivos, de la piel, el metabolismo interno, o la respiración.
Con un capa tan frágil necesitamos un buen sistema de defensas! Y es por esto que contamos con los linfocitos intraepiteliales, células inmunitarias que cumplen dos funciones: acondicionar y reparar esa fina barrera & defendernos de patógenos intestinales.
Estas células están cubiertas con receptores "Ah". Se ha investigado mucho qué "llaves" podrían encajar en ellos y de esa forma, activar nuestro sistema inmunitario.
Hace menos de 10 años, se descubrió una de estas llaves! Un fitonutriente que es transformado por el ácido del estómago y encaja en los bloqueos del receptor "Ah", activando nuestros linfocitos intraepiteliales.
Este compuesto se denomina ”Indol 3 Carbinol” (I3C), y su precursor es la Glucobrasicina, un glucosinolato presente en un grupo de alimentos específico. Comer más de esos alimentos potencia tus defensas, sin tener que consumir antiinflamatorios o drogas para conseguirlo.
¿Te imaginas qué grupo de alimentos es?
Nada más ni nada menos, que las crucíferas! Especialmente: el brócoli!
Al descubrir esta llave inmunitaria se formó la hipótesis de que tal vez por esta razón el consumo de vegetales verdes y de crucíferas se asocia a un menor riesgo de enfermedades inflamatorias del intestino, como la Colitis ulcerosa.
Comer vegetales ha sido parte de toda nuestra evolución humana y hoy la ciencia reconoce cómo nuestra inmunidad depende de ellos.
Tenemos razones de sobra para incluir el brócoli en nuestro menú diario. Una de ellas es desarrollar un sistema de defensas poderoso, capaz de protegernos de distintas amenazas del ambiente, como virus y bacterias.
En vez de depende de medicamentos antiinflamatorios y distintos fármacos para reprimir síntomas, tenemos la opción de desarrollar un estilo de vida que promueva nuestra salud diariamente y apunte al origen de esos síntomas.
Llevar una alimentación nutritiva basada en plantas puede ser una de las formas más efectivas y naturales que contamos para caminar hacia la salud y el bienestar.
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