La contaminación del aire se encuentra entre las 9 principales causas de muerte y enfermeda en todo el mundo, responsable de millones de fallecimientos por cáncer de pulmón, enfisema, enfermedades cardíacas, accidentes cerebrovasculares e infecciones respiratorias.
Nuestro organismo viene preparado con enzimas que ayudan al proceso depurativo, eliminando los desechos que incorporamos en nuestra sangre, a través de los procesos digestivos, de la piel, el metabolismo interno, o la respiración.
Sin embargo, la posibilidad de desintoxicarnos tiene un límite. Por mucho que contemos con mecanismos internos que facilitan la salida de toxinas, esta posibilidad no es infinita, ya que no somos máquinas, sino seres vivos.
Por otro lado, existen personas que nacen con enzimas de desintoxicación menos efectivas y ellas sufren una respuesta alérgica exagerada a contaminantes, como los gases de combustión. Por lo que la reacción inflamatoria provocada por los contaminantes del aire, en estas personas es mucho más agresiva.
No son pocas las personas que sufren de reacciones inflamatorias exageradas en el sistema respiratorio, y por otro lado, cada año nos vemos expuest@s a más contaminantes y más dañino.
¿HAY ALGO QUE PODAMOS HACER PARA POTENCIAR LA ACTIVIDAD DE LAS ENZIMAS DE DESINTOXICACIÓN QUE YA TENEMOS?
La respuesta es: SÍ! El estilo de vida que elijas llevar afectará de forma directa tus niveles de inflamación, aún cuando tu genética determine ciertas condiciones.
La alimentación repercute fuertemente en nuestra inmunidad y en los diversos mecanimos que cada organismo lleva para mantener la salud.
De los alimentos estudiados hasta ahora, hay un grupo de ellos especialmente condicionados para aportarnos bienestar. Las crucíferas y hojas verdes, destacando el BRÓCOLI!
Si has venido siguiendo mis publicaciones, ya sabes que el brócoli puede aumentar de manera drástica la actividad de las enzimas de desintoxicación de nuestro hígado. Hoy sabemos que también lo hace en nuestros pulmones!
Los alimentos detox sí existen! No son una moda, como distintos especialistas intentan llamarles. Los alimentos vegetales vienen cargados con fitoquímicos, compuestos con propiedades medicinales, que se van descubriendo en la medida que más se investigan.
En un estudio realizado el año 2014, los investigadores les dieron de comer 250 grs. de brócoli al día a personas fumadoras, durante 10 días seguidos, para ver si afectaba al nivel de inflamación de sus cuerpos.
Fumar es tan inflamatorio que aumenta los niveles de proteína C reactiva PCR, luego del primer cigarro, y esta inflamación puede continuar hasta 30 años después de dejar el cigarrillo!
El estudio demostró que es posible reducir los niveles del biomarcador de inflamación PCR casi a la mitad después de sólo 10 días comiendo brócoli en cantidades grandes y constantes. Esto serviría tanto para fumadores, como no fumadores.
Comer más de 2 tazas de crucíferas al día (y aquí encontramos el brócoli, el repollo, la coliflor, hojas de kale) reduce la posibilidad de muerte en un 20% en comparación a no comerlos.
Hace un tiempo sabemos que el sulforafano, compuesto presente en el brócoli, es el más potente inductor conocido de nuestras enzimas de desintoxicación. La mayoría de las investigaciones se han centrado en su capacidad para combatir el cáncer, pero también se ha intentado ver si puede combatir el impacto proinflamatorio de contaminantes atmósféricos, como los de la combustión de motores de autos.
Otro estudio demostró que después de 2 días de consumir brotes de brócoli, los participantes fabricaban hasta 100 veces más enzimas desintoxicantes, y en otra investigación de la UCLA, los participantes recibían de forma directa emisiones diésel en la nariz, elevando el número de células inflamatorias drásticamente: en 6 horas, en el grupo que consumió un extracto de brotes de brócoli, la inflamación no aumentó como en el grupo que no lo comió, sino que disminuyó notablemente y se mantuvo en bajos niveles durante las 24 horas siguientes.
Lo más destacable descubierto al respecto, es que el brócoli no sólo reduce los niveles de inflamación interna provocada por contaminantes, sino también activa la respuesta inmunitaria para combatir mejor distintos patógenos, como los virus.
Comer con frecuencia brócoli y otras crucíferas, tiene un potencial terapéutico comprobado! Y también preventivo! Es una forma segura y de bajo costo que tenemos para activar nuestras defensas, reducir los efectos de los contaminantes del ambiente y protegernos mejor.
Lo primero que debiéramos buscar como sociedad, es reducir la causa de las enfermedades, como la contaminación. Lo segundo, es protegernos de ella.
Una razón más para animarte a llevar una alimentación nutritiva basada en plantas y comer vegetales con la convicción de su poder medicinal.
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